En ocasiones cuando hablo acerca de la meditación o la atención plena (mindfulness) noto que muchas personas no entienden bien a que me estoy refiriendo.
He observado que se vinculan estas prácticas a la religión, el yoga, el misticismo o lo esotérico. Es normal, ya que para estas corrientes de pensamiento la práctica de la meditación es algo fundamental.
Pero lo cierto es que no necesitas creer en nada, profesar ninguna religión, practicar una postura concreta, encender incienso, llevar túnica, poner velas o lllevar los pantalones de yoga más trendy para poder meditar o practicar mindfulness. Lo único que necesitas es conocer alguna técnica, ejercicio o práctica, y querer experimentarla.
Cualquier persona, en cualquier lugar, crea en lo que crea, puede comenzar a practicar la meditación y la atención plena.
En mi caso, comencé a meditar hace aproximadamente 8 años, mis primeros ejercicios de meditación los realice tumbada en mi cama y en pijama, y aprendí a cultivar la atención plena mientras paseaba. A día de hoy, tras mucho tiempo de práctica suelo poder meditar sin mayor dificultad antes de un examen e incluso en el dentista, y disfrutar de la atención plena mientras limpio los platos o salgo a pasear. Mi intención con este artículo es acercarte estos conceptos de la manera más sencilla que sé.
Intentar explicar con palabras una experiencia que prescinden de pensamientos o juicios, es una tarea difícil. Quizás sea esta la razón por la cual la meditación y la atención plena suelen ser tan complejas de comprender a nivel intelectual.
¿Qué es la meditación?
La meditación es un entrenamiento de la mente o un estado de conciencia, que es inducido e intencionado . Con la meditación se pretende guiar la atención, y de este modo entrenarla y cultivarla. A través de la meditación guiamos nuestra mente hacia un estímulo que previamente nos hemos fijado.
Existen muchos ejercicios y prácticas de meditación diferentes: podemos concentrar nuestra atención en la respiración, entretener la mente con una palabra, un mantra o una canción repetitiva, guiarla hacia una visualización concreta y positiva, una imagen mental, un objeto, una experiencia, un sentimiento o un símbolo.
Con la meditación buscamos entrenar nuestra atención y disminuir el ritmo de pensamientos y elucubraciones que constantemente asaltan nuestra mente. Esto no significa luchar contra ellos, se trata de que aunque aparezcan no les prestamos nuestra atención.
Vamos a ver esta idea con un ejemplo. Imagina que estás en la cima de una montaña contemplando un paisaje asombroso, y comienzas a escuchar los ladridos de un perro, de fondo. Tienes dos opciones: puedes darte la vuelta y buscar con la mirada el animal que produce estos sonidos (y desviar así tu atención) o puedes seguir en tu estado de contemplación, sin prestarle ninguna atención. En ambos casos el animal está allí, ¿Verdad?. Sin embargo en la segunda opción no le prestas atención. Pues esto es lo que hacemos durante la práctica de la meditación, dejar pasar los pensamientos sin prestarles atención.
Todos en algún momento hemos experimentado un estado meditativo, aunque no seamos conscientes de ello. Por ejemplo a la hora de conducir un coche, una buena conducción nos obliga a centrar nuestra mente y nuestra atención en la carretera, así estar alerta a la realidad y al momento presente mientras conducimos. Esta es la razón por la que muchas personas cuando se sienten confusos o estresados optan por coger su coche y conducir sin rumbo, como una forma de relajación. También podemos experimentar un estado similar mientras cantamos, dibujamos, bailamos, cocinamos, etc. Podemo experimentar este estado de conciencia en cualquier actividad en la que nos concentremos y enfoquemos plenamente, con una total y absoluta atención a la actividad que estamos realizando.
¿Qué es la atención plena o mindfulness?
La atención plena o mindfulness es una forma de meditación o estado un determinado conciencia, que se basa en observar la realidad de una forma genuina y auténtica, experimentando la realidad tal cual es. Implica relacionarnos con lo que nos rodea sin dejarnos influenciar por los condicionamientos que hemos aprendido. Dejando a un lado los pensamientos, los juicios y las expectativas acerca de la realidad que nos rodea. En un estado de total atención a la experiencia que estamos viviendo.
Con la práctica de atención plena buscamos conectar con el momento presente de forma genuina y auténtica. Disfrutando de una total conexión con el momento que estamos viviendo, al igual que un niño que experimenta la realidad por primera vez o como cuando observamos una majestuosa puesta de sol que nos dejan sin juicios y palabras.
En mi opinión, aprender a conectar de este modo con el momento presente es la clave de la plenitud y la felicidad.
A través de la meditación y de la atención plena aprendemos a conectarnos con nosotros mismos, con nuestro interior, con quien realmente somos, y con la realidad que nos rodea de una forma genuina y auténtica. Esta forma de experimentar la realidad o esta parte de nosotros mismos con la que conectamos a través de la meditación y la atención plena recibe muchos nombres dependiendo de la corriente de pensamiento. Por ejemplo: la esencia, el ser, el verdadero yo, el observador, el ser interior, el ser auténtico, el alma, el subconsciente, etc. Personalmente me gusta referirme a esta parte de nosotros mismos, como nuestro interior o nuestra atención. Tambien a la parte condicionada de nuestra mente, con la que solemos identificarnos y que nos habla en palabras se la conoce de diferentes formas diferentes en función de la corriente de pensamiento. Por ejemplo: el ego, la mente condicionada, el diálogo interno, el falso yo, la mente racional, etc.
¿Por qué la meditación y la atención plena son tan difíciles de explicar?
Porque son experiencias.
Imagina que te doy una mandarina y te pido que tras comer el primer bocado le expliques a una persona que nunca antes la ha probado, cómo es la experiencia.
Te invito a hacer el ejercicio mental por unos segundos. ¿Qué le dirías? Podrías decir que es dulce, que es refrescante, hablarle de la textura que sientes en tu boca al darle un bocado, etc. Pero esa descripción jamás podrá explicar con exactitud qué se siente al comer una mandarina. Como puedes ver la explicación es deficitaria e imprecisa.
Con la meditación y la atención plena ocurre igual, la explicación jamás llegará a describir lo que es la experiencia en sí, por eso la mejor manera de conocer estas prácticas es probarlas y experimentarlas por uno mismo.
¿Para qué sirven la meditación y la atención plena?
Con la meditación se pretende entrenar la mente y que ésta trabaje a nuestro favor. Cuando eres tú quien tiene el control de tu mente y no al revés puedes vivir las experiencias tal y como son, manteniendo la mente en el aquí y ahora viviendo la experiencia con plena atención. En lugar de vivir en el pasado o en el futuro, como la mayoría de personas suele hacer.
Esta es la principal razón por la cual la meditación y la atención plena tienen un efecto muy positivo para las personas que sufren de estrés, ansiedad o depresión.
En mi caso concreto la meditación me ha ayudado enormemente, no sólo para superar la ansiedad y la depresión, sino también me ha servido para alcanzar una plenitud y paz que nunca hubiese imaginado. Además me ha sido de gran ayuda para aumentar mi capacidad de concentración y mi habilidad para buscar soluciones ante los problemas cotidianos, entre otras cosas.
Pero esto no se trata solo de mi experiencia, la universidad de Johns Hopkins ha realizado una serie de estudios para comprobar cómo ayudan estas prácticas a las personas. Los investigadores concluyeron que practicar tan solo 30 minutos de meditación al día disminuye significativamente los síntomas de ansiedad y depresión, también observaron que un programa de entrenamiento de 8 semanas en meditación de la conciencia plena ayudó a los participantes a reducir la ansiedad, la depresión y el dolor. Gracias al seguimiento que se les realizó a los participantes, se pudo observar que las mejoras continuaron durante los 6 meses posteriores al entrenamiento. Se comprobó también que en los casos de depresión y ansiedad, los efectos conseguidos fueron comparables a los logrados con medicamentos antidepresivos. Si quieres ampliar información acerca de estas investigaciones pincha aquí.
Otros estudios de la universidad de Wisconsin en colaboración con monasterios budistas concluyeron que la meditación: Disminuye los niveles de ansiedad y depresión, reactiva zonas del cerebro relacionadas con la empatía, la compasión y el amor altruista, y reduce el volumen de la amígdala, región cerebral involucrada en el miedo.
Si quieres ampliar información acerca de estas investigaciones pincha aquí.
Otros beneficios de la meditación y la atención plena estudiados científicamente son:
- Mejora la función cerebral.
- Disminuye la ansiedad y el estrés.
- Facilita conciliar el sueño y ayuda con los problemas de insomnio.
- Mejora la memoria, la concentración y la estabilidad emocional.
- Ayuda a prevenir recaídas en el tratamiento de las adicciones.
- Contribuye a un mejor estado de ánimo.
- Favorece la relajación mental y muscular.
- Mejora la productividad personal..
- Aumenta la inteligencia emocional.
- Ayuda a reducir la presión sanguínea, mejora el sistema inmunológico y puede ayudar en casos de dolor crónico.
En conclusión:
Los antiguos maestros fueron quienes descubrieron sus grandes beneficios, por ello se esforzaron en divulgar y enseñar estas prácticas.
Para el maestro Budha la atención plena es uno de los siete factores imprescindibles para alcanzar la iluminación o estar despierto ante la vida. En mi opinión es el más importante pues sólo a través de la atención plena se puede comprender la verdad.
La meditación Vipassana que se traduce como ver las cosas tal como son, se practica en la India desde hace más de 2500 años y ya en aquellos tiempos se enseñaba como una cura para muchos problemas de la vida.
Yo misma comencé a practicar la atención plena a través de la enseñanzas de Lao Tsé en su libro el Tao Te Ching que escribió aproximadamente en el 500 a.c.
Hoy la ciencia más avanzado estudia los grandes beneficios que estas prácticas pueden tener para nuestra salud, nuestro bienestar y nuestra plenitud.
Espero haber explicado de una forma clara y sencilla que son la meditación y la atención plena, pero como hemos hablado antes solo podrás comprender estas prácticas experimentándolas por ti mismo ¿Te animas?
Si nunca antes has practicado la meditación te recomiendo que comiences por algún ejercicio sencillo de respiración consciente o por una meditación guiada, en mi opinión son las formas más sencillas para introducirnos en estas prácticas. En internet puedes encontrar muchos ejercicios al respecto. También puedes aprender un sencillo ejercicio de respiración consciente en este post.
Si te animas a meditar por primera vez, hazme un favor, vuelve a leer este post cuando hayas realizado la práctica, te aseguro que cada palabra escrita en el adquirirá un mayor significado, de hecho su significado irá cambiando en la medida que vayas practicando, créelo.
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Muchas gracias y hasta pronto.
Muchas gracias!! Muy buen post , probare alguna técnica de las que nos recomiendas.
Un abrazo.
Muy wen post Lau
Muchas gracias Nuri!
Me encanto.. empecé a leer el articulo del Ave Fénix luego llegue aqui voy a seguir leyendo tu artículos he practicado poco sobre las meditaciones guiadas o de atención plena, voy a seguir indagando saludos bendiciones…
AleOQC me alegro que te haya gustado el artículo,cualquier aspecto del que quieres reflexionar sobre la atención plena o la meditación te invito a compartirlo en uno comentario, quizás podamos profundizar en él. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.