¿Conoces cuál es tu valor? ¿Crees que te valoras como es deberías?
En la actualidad muchas personas no se valoran, creen en su interior que no valen lo suficiente, que valen menos que otras personas, o peor aún, que no valen nada. También existe una mayoría de personas que buscan constantemente la valoración exterior; que otros los valoren por lo que tienen , por lo que hacen, etc., dando un mayor valor a la opinión de otras personas que a la suya propia.
Es algo muy generalizado en nuestra sociedad que las personas basen su valor personal en cuestiones externas como por ejemplo: las posesiones, los títulos, el estatus social, la belleza, etc. El problema es que basar nuestro valor en factores externos es una absoluta equivocación. Y a continuación vamos a ver algunos ejemplos para ilustrar esta idea:
- Una persona que crea que su valor está determinado por sus posesiones, el día que por una u otra razón las pierda (un incendio, una bancarrota, un despido, una mala gestión, etc.) también perderá su supuesto valor. Además también se creerá inferior a otra persona que goce de más posesiones (una mejor casa, un mejor coche, una mayor fortuna).
- Una persona que base su valor en su puesto de trabajo, el día que lo pierda (por ejemplo, ante un despido, una quiebra, un cambio en el mercado o la jubilación) sentirá que también ha perdido su valor.
- Una persona que mida su valor por su atractivo físico (exactamente por su semejanza al canon de belleza imperante en la sociedad) cuando este cambie o su atractivo físico decaiga por alguna razón, sentirá que ha perdido también su valor. El atractivo físico de una persona puede variar por miles de causas, no así su atractivo interior. Pero además en este caso el error es aún mayor pues la belleza es muy relativa, está en los ojos de quien la ve.
Como hemos visto en estos ejemplos basar nuestro valor en parámetros externos es un error, pues el día que estas se pierdan o desaparezcan nuestro «supuesto» valor también se irá.
En mi opinión el verdadero valor de una persona jamás se podrá medir por causas externas, la verdadera valía de un ser humano nace de su interior, y nada ni nadie se la puede quitar.

Pero además creo cualquier cosa externa puede ser arrebatada por la muerte, no así el verdadero valor personal. Lo que uno aporta de valor al mundo, a su comunidad, a las personas con las que comparten su vida, etc. permanece aunque la persona haya fallecido.
El verdadero valor perdura, el verdadero valor de una persona ni la muerte lo puede arrebatar.
Nuestro valor personal no puede medirse por causas externas, nuestro valor personal siempre está en nuestro interior. Se encuentra en los sentimientos bonitos que existen en nuestro corazón, en las acciones con significado que podemos realizar por nosotros mismos y por nuestra vida, en todo el amor y el valor que podemos compartir con los demás.
Una persona puede estar en bancarrota, y seguir realizando acciones positivas por su vida y por la de los demás. Todas las personas podemos aportar valor al mundo a través de nuestra profesión seamos abogados, médicos, camioneros o agricultores. De hecho podemos realizar acciones significativas por nosotros y por los demás, aunque no tengamos una profesión, aunque nadie nos pague por ello.
Aprende a valorarte por quien eres :
Para vivir una vida plena es necesario conectar con nuestro valor personal, y aprender a valorarnos por lo que somos. El verdadero valor personal nace de todo el amor y los sentimientos positivos que existen en nuestro interior, de todas las acciones significativas que podemos hacer por nuestra propia vida, por nuestra familia y amigos, por nuestra comunidad o por el mundo en general.
Estemos en la situación vital que estemos, siempre podemos hacer algo bonito y con significado. Y aquí te muestro algunos ejemplos:
- Subir las bolsas de la compra a la abuelita de nuestro edificio.
- Escuchar y comprender a un amigo que está pasando por un momento difícil.
- Participar en un proyecto comunitario para mejorar nuestro barrio.
- Ir una tarde al campo para plantar árboles en una zona dañada.
- Enseñar una actividad o habilidad a un niño, enriqueciendo así su mundo interior.
- Hacer compañía a una persona mayor que se encuentra sola.
- Aprender una nueva habilidad a través de un libro, un vídeo o un taller, que sea útil para nuestra vida.
- Hacer un pastel de cumpleaños para un ser querido.
- Investigar y trabajar en nuestros ratos libres en un tema que nos apasiona, y compartir los resultados con el mundo.
- Sonreir y dar los buenos días a las personas que nos encontramos en nuestro día a día.
- Dar una mano fuerte y amorosa a una persona en sus últimos días de vida.
En mi opinión son este tipo de actividades simples y sencillas las que de verdad determinan nuestro valor personal. Y todas tienen algo en común, nacen del amor. De todos los tipos de amor que existen: el amor por nosotros mismos, el amor a nuestra familia y amigos, el amor a la naturaleza, el amor a una idea, el amor al mundo. Todas estas formas son diferentes expresiones del amor. Todas nacen de los sentimientos valiosos que existen en nuestro interior.

Porque al final de tu vida nadie se acordará de tí por tus diplomas, por los ceros de tu cuenta bancaria, por tu coche, ni por ninguna posesión o causa externa. Al final de tu vida te recordarán por todo el amor y el valor que entregaste al mundo.
Por ello quiero invitarte a que te aceptes y te valores por lo que eres, un ser humano valioso por su infinita capacidad de amar. Recuerda que tu valor jamás dependerá de cuestiones externas, recuerda que la fuente de tu valor está en tu interior.
Normalmente las malas personas,lo son,por un motivo especial.Porque se sienten inferiores y no se valoran.
Lamentablemente las personas se suelen comportar de un modo negativo con ellos mismos o con los demás por ignorancia, y en muchas ocasiones también por falta de amor, ya sea propio o de otras personas. Un saludo y gracias por tu aportación Alberto.
Excelente reflexión, así es una gran verdad si alguna vez nos hemos desvalorizado, hay que aprender a valorizarse, todo está en nuestro interior en nuestro amor propio. Saludos.
Estoy de acuerdo contigo, todo comienza con nuestro amor propio. Muchas gracias por tu bonito comentario Carlos. Un saludo.